.


FIFA Brasil 2014 XBOX360
CASTLEVANIA 2 Lord of shdows (PC/XBOX360) LEGO HOBBIT (PC/XBOX360) SOUTHPARK (PC/XBOX360) MX GP (PC/XBOX360)

miércoles, 22 de septiembre de 2010

AMNESIA: THE DARK DESCENT


GÉNERO: SURV. HORROR - AV.GRAFICA
CANTIDAD DE DVDs: 1
IDIOMA: AUDIO INGLES
               SUBTITULOS ESPAÑOL

-Cpu: Intel Pentium 4 2.0 GHZ
-Ram: 1.0 GB XP / 1.5 GB Vista - Win 7
-Video: Geforce 6600

-Hdd_ 3 GB
PROBADO EN:
 XP SP3 / VISTA / SEVEN 32 y 64 BITS



El género Survival Horror se encuentra en una posición extraña. Aunque supuestamente es más sobre atmósfera y terror que acción, juegos como Resident Evil 5 y Dead Space, han demostrado otro tipo de enfoque al género. Ahora, de los creadores de Penumbra llega Amnesia: The Dark Descent, un survival horror de la vieja escuela, con mucha inspiración en las obras de H.P. Lovecraft y una atmósfera que promete dejarte helado de principio a fin.


En la historia ocupas el lugar de Daniel, quien despierta sin noción de nada en el castillo Brennenburg. Luego de una breve investigación, Daniel encuentra una nota escrita por sí mismo en una vida pasada, donde explica que debe encontrar y matar a Alexander, el dueño de la casa. Desde allí, comienza una narración difícil de olvidar. El aire es tenso de principio a fin y, la historia merece un capítulo aparte por el excelente paso que desarrolla. Estarás varias horas pegado al monitor disfrutando de una narrativa de mucha calidad, pero si eres muy fanático de Lovecraft, reconocerás la estructura de la historia.





DETALLES

Amnesia no es un juego convencional. A primera vista, si uno observa imágenes del título que en estos momentos ultima Frictional Games, puede llevarse la impresión de que estamos ante un juego de acción y disparos en primera persona al uso. Nada más alejado de la realidad. Tal vez la perspectiva sí sea la de un FPS pero claramente su planteamiento gira alrededor del género que se ha venido a llamar como “survival horror”, aunque con matices muy distintos a los que recientemente se le entienden como propios.

La desarrolladora pretende conseguir para el jugador el máximo de inmersión en un mundo que ha creado a tal efecto: ambientación gótica, fenómenos paranormales, efectos de cámara angustiantes y juegos de luces y sonido propios de una película de terror.

Cierto es que el juego recuerda sospechosamente a Penumbra, un título que tuvimos por estos lares no hace mucho, pero para los amantes de la tensión eso no es necesariamente algo malo. Para empezar, nuestro protagonista ha perdido la memoria y, a medida que se suceden los encuentros de los que será testigo, no tardará en perder la cordura. Avanzando por los pasillos cochambrosos de un castillo, Daniel tendrá que recoger las piezas de realidad para que el puzzle de su mente no se desmorone... mientras corre y se esconde de los múltiples peligros que le acechan.

Ya al principio se deja claro que el juego lucirá en su esplendor si tomamos ciertas precauciones; dado que The Dark Descent quiere infundir terror, pedirá que apaguemos las luces, que juguemos de noche y que nos pongamos auriculares. Para que nada nos moleste y nuestra experiencia sea global, el juego se hará cargo de salvar la partida cuando lo considere necesario y así solamente tengamos nuestros sentidos puestos en disfrutar de la experiencia. Y lo cierto es que, especialmente al principio, el juego consigue lo que quiere.

Lo hace mediante unos sencillos pero efectivos trucos; en primer lugar, al no contarnos prácticamente nada de nuestra historia, nos desorienta. Simplemente estamos allí, no sabemos qué pasa, pero todo es bastante lúgubre a nuestro alrededor. Para hacer más hincapié en nuestro pobre estado general, la cámara se tambalea mientras avanzamos por los primeros pasillos, hasta el punto de llegar a perder el control del personaje cuando éste se ve necesitado de reposar en alguna de las paredes de camino a quién sabe dónde.


Para acentuar el carácter sobrenatural del juego, se utiliza mucho el contraste de colores y, evidentemente, la oscuridad. La mayor parte del recorrido está en penumbra, siendo nuestros únicos aliados una lámpara de aceite con limitadísimo combustible y algunas antorchas y velas que podremos encender por el camino. Ojo, no todas: solamente si tenemos el consumible apropiado – que escasea y mucho – nos permitirá arrojar un poco de luz a las oscurísimas estancias y pasillos. Lo cierto es que en ese sentido el juego consigue agobiar bastante.

Dado que no somos superhéroes con excepcionales poderes o supersoldados con excepcionales armas, la mejor solución ante el encuentro con un enemigo es esconderse o correr. Esto también pasaba con Penumbra y se repite aquí con el mismo nivel de acierto: agazaparse en un rincón y apagar la linterna es casi garantía de pasar desapercibidos, mientras que nuestras piernas son nuestros mejores aliados para salir de un problema inesperado.

Por ejemplo, un par de horas dentro de la historia, procederemos a una especie de sótano inundado; allí nos espera una sorpresa en forma de enemigo submarino que nos hará correr hasta encaramarnos a una caja y, desde allí, ir saltando de caja en caja para evitar que el monstruo nos aceche. Pero lo que es al monstruo en sí nunca lo llegaremos a ver. En otros casos sabremos que nuestro enemigo estará cerca porque lo oiremos caminar o respirar pero, como norma general, si nunca lo llegamos a tener de frente, mucho mejor.

En pos de conseguir una inmersión más realista, se utiliza un sistema de físicas y de interacción con el escenario muy peculiar. Abrir una puerta consiste en pulsar el botón izquierdo del ratón y tirar hacia nosotros o empujar hacia adentro con la mano derecha; lo mismo sucede al abrir un cofre o un cajón de una cómoda, al querer girar una válvula o al querer apartar piedras o vigas que haya por el camino.