
GÉNERO: ESTRATEGIA
CANTIDAD DE DVDs: 2
IDIOMA: ESPAÑOL - INGLES
AUDIO Y SUBTITULOS

-Cpu: Intel Pentium 4 2.6 GHZ o Dual 1.4
-RAM: 1 GB XP / 1.5 GB Vista - Win 7
-Video: Geforce 6600 - ATI 9800 (128MB)
-Hdd: 12 GB
PROBADO EN:
XP SP3 / VISTA / SEVEN 32/64 BITS

Hemos esperado más de una década para volver a sumergirnos en el universo StarCraft, pero la espera ha merecido la pena. La obra de Blizzard regresa para recuperar el trono de los juegos de estrategia en tiempo real.

Cuando después de más de diez años la vigencia de un juego sigue en pie, sin duda, nos encontramos ante todo un clásico. El mítico Ultima Online es un claro ejemplo de ello, como también lo es el fantástico StarCraft y su expansión. Este título de estrategia en tiempo real desarrollado por Blizzard cautivó a millones de usuarios en todo el mundo por su genial modo historia, por incluir tres facciones en liza completamente distintas entre sí pero tremendamente equilibradas y, sobre todo, por su vertiente multijugador que hasta el día de hoy se ha mantenido con vida. A partir de ahora ese derecho se lo empieza a ganar su secuela, muy continuista en prácticamente todos sus apartados, aunque igual de divertida y adictiva que siempre. Así pues, prepárate, porque la guerra por el control del universo no ha hecho más que empezar.
Las batallas sin cuartel regresan más espectaculares que nunca. Muy tradicional a nivel jugable, pero tan divertido como siempre.

La hora de los Terran
Dejando a un lado la polémica decisión de dividir esta secuela en tres títulos distintos protagonizados por las tres razas ya conocidas –Terran, Zergs y Protoss-, la sensación que transmite Wings of Liberty desde el primer instante es la de estar ante algo grande. Sí, el juego se comporta de una forma prácticamente idéntica a la del StarCraft original y en ningún momento presenta opciones que rompan moldes dentro de lo visto en el género; y aún a pesar de ello, StarCraft II es grande, muy grande. Y lo es porque es capaz de sumergirte por completo en su universo, te hace partícipe de las desgracias de ese grupo de soldados Terran dispuestos a morir por la libertad, enfrentándose al tiránico emperador que gobierna su mundo, a los Zerg y a los Protoss.



Planifiación, mejoras y fuerzas terrenales
La novedad más importante en este punto la encontramos en las secuencias intermedias entre misiones. En éstas, como si de una aventura gráfica se tratara, tendremos ocasión de conocer nuevos detalles acerca del universo StarCraft haciendo click sobre distintos elementos del escenario en el que nos movamos, e incluso mejorar el árbol tecnológico de nuestro ejército.

De este modo, en el puente de la nave de combate Hyperion, podremos dialogar con los distintos personajes presentes mientras ampliamos nuestros conocimientos sobre el mundo por el que nos movemos viendo las noticias –un buen recurso narrativo, por cierto-. En la parte inferior de la pantalla tendremos el acceso directo al resto de salas de la nave: un arsenal en el que podremos investigar nuevas tecnologías militares, un taller, un completo laboratorio que ampliará nuestros recursos a la hora de afrontar las partidas sobre las superficies planetarias, y una interesantísima cantina en la que contratar los servicios de unidades especiales conocidas como mercenarios, que nos permitirán conseguir un plus de calidad para nuestro ejército.

Todas estas mejoras las iremos adquiriendo invirtiendo el dinero que obtendremos al superar las misiones y los diversos objetivos adicionales que las componen –objetivos que aumentan considerablemente la rejugabilidad del título-. Pero es importante reseñar también la inclusión de artefactos alienígenas ocultos en diversos planetas que debemos recoger para obtener mejoras derivadas de la raza a la que pertenezcan. De este modo, podemos obtener mejoras propias de los Protoss y los Zerg aplicadas a la tecnología Terran, logrando así resultados francamente interesantes. Y lo mejor es que muchas de estas actualizaciones son excluyentes entre sí, por lo que debemos decidir por qué apostamos y, a partir de ahí, desarrollar nuestras acciones en base a esa tecnología
La opción de escoger qué misión afrontar en cada momento y la amplia variedad de objetivos adicionales con los que nos encontraremos, terminan por dar vida a una Campaña sólida a la que se le pueden poner muy pocas pegas. Y es que por muy tradicional que sea, no deja de ser una experiencia inolvidable que nos hará disfrutar de lo lindo repartiendo estopa a diestro y siniestro. A esto ayuda mucho la fantástica historia que se nos narra. Ambientado cuatro años después de lo acontecido en el original y su expansión, en Wings of Liberty tomaremos el control de James Raynor y su grupo de rebeldes Terran, que continúan en su particular cruzada por vengar lo ocurrido en StarCraft y derrocar al tirano Arcturus Mengsk.

Poco a poco, la historia irá entremezclando líneas argumentales vistas en el original –sobre todo aquello relacionado con Kerrigan-, con nuevas tramas que logran transportarnos por completo al conflictivo universo StarCraft. Además, el hecho de centrar todo el peso argumental en una de las tres razas permite a los desarrolladores explorar a conciencia su mundo, si bien es cierto hay alguna que otra misión de relleno –a nivel argumental- que hacen que la historia avance muy poco a poco.
Las opciones de juego en solitario se complementan con una serie de retos adicionales que nos van a permitir pulir nuestra técnica en enfrentamientos realmente duros. Asimismo, la inclusión de un sistema de logros permite que las horas de juego se amplíen considerablemente, sobre todo porque éstos buscan desafíos bastante complicados en algunos casos: superar misiones en un tiempo concreto en la máxima dificultad, evitar que mueran nuestras tropas en enfrentamientos especiales, etc. Eso sin contar con los extras en forma de minijuegos y guiños ocultos que Blizzard ha repartido por todo el juego.
Guerra masiva: estrategia multijugador


Tal vez StarCraft II no entre por los ojos a nivel técnico en lo que respecta a efectos gráficos, modelado de las unidades y estructuras, o el nivel de detalle de los entornos; más que por estos aspectos, Wings of Liberty destaca por la genial calidad que atesora a nivel artístico. Tanto el diseño del mundo por el que nos movemos como las tropas que pululan por el mismo mantienen un nivel de cohesión tan grande, que sumergirse en él resulta tremendamente fácil. Por supuesto, los efectos como las explosiones, los rayos de luz, las vomiteras de los zerg o las bolas de energía Protoss son vistosos y muy atractivos, pero sin duda nos quedamos con su tremendo diseño artístico. En este sentido, las secuencias de vídeo generadas por el propio motor del juego son sorprendentemente buenas y dignas de las mejores películas de ciencia ficción, lo que ya no nos extraña dada la trayectoria de Blizzard.
El juego además resulta muy asequible en lo que respecta a los requisitos mínimos del sistema, funcionando en un amplísimo espectro de equipos con una fluidez que asusta. Sí, seguramente habrá juegos que a nivel técnico sean más espectaculares y brutos que StarCraft II, pero dudamos que haya muchos tan bien optimizados como éste. Además, para rizar el rizo, el juego cuenta con un acompañamiento musical a la altura de lo esperado y con un doblaje al castellano y localización de todos los textos aparecidos en pantalla, de lujo.

El editor de escenarios cierra este apartado con un sobresaliente, pues como ya ocurriera con el original, dar vida a niveles de órdago dignos de los mejores diseñadores es toda una realidad gracias a las completísimas herramientas que Blizzard ofrece. Es cierto que a nivel de interfaz de usuario éste puede ser algo duro, pero está claro que cualquiera que le eche horas podrá sacar oro del editor de niveles.
Valoración de StarCraft 2: Wings of Liberty

FUENTE: www.3djuegos.com

